Nadie duda que en las próximas elecciones, habrá un perdedor y un no ganador, o mejor dicho un vencedor por méritos no propios, pues el camino se lo allano su oponente que se empeña en dilapidar las pocas opciones que tenia de remontar el vuelo y mira que su contrincante que se las prometía de rosas, le están saliendo espinas en su partido y cuando no son pesos pesados los que dudan de su liderazgo aunque no lo cacareen por miedo al tercer fiasco electoral , son pesos de renombre los que asaltan la tranquilidad de su proyecto, por llamar algo, ya que aun esperamos que atisbe algo de lo que pretende emplear para paliar esa crisis que en boca de algunos estamos ya izando y para otros aun en caída libre pero lo cierto es que el tiempo de acaba y ese líder firme que algunos creían tener, ya no lo es tanto y lo malo para ellos es que tiempo para rectificar no lo hay, y como diría Lobato en sus retransmisiones de F1, “esto va a comenzar y los vehículos están en la línea de salida, ya no hay marcha atrás”, y es que cuando no es ese peculiar Alcalde de Valladolid con su verborrea prosaica y rica en términos propios de un castellano exquisito , de los que sus conciudadanos poseen y el parece ser, carece, es Cascos con sus desvaríos segregacionistas al que se le añaden algún peso histórico como el Edil de Granada , o le sale algún dominio comunitario con nuevos casos de corrupción, poniendo en duda esa transparencia en sus bases de las que tanto presume y muchos dudamos, pero bueno, dejemos que este líder de paja para algunos y de cera para otros ponga paz en su casa y de una vez por todas nos ponga un proyecto fiable y creíble para este final de esta carrera , símil a la de Abu Dhabi, de tan triste final para algunos en lo deportivo, pero ejemplar en su significado, y es que no se puede vender la piel del oso antes de cazarla, no sea que Mr. Bean le de un revolcón
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